NUESTROS PRIMEROS MAESTROS SON NUESTROS PIES, NUESTRAS MANOS Y NUESTROS OJOS; NEUROPERCEPCIÓN Y TÉCNICAS DE REGULACIÓN DESDE LA INTERACCIÓN CUERPO-CEREBRO

Decía Rousseau en su libro “Emilio o sobre la educación”,  Todo lo que entra en el entendimiento humano viene por los sentidos, y la primera razón del hombre, es una razón sensitiva; es ella la que sirve de base a la razón intelectual: nuestros primeros maestros de filosofía son nuestros pies, nuestras manos y nuestros ojos.

Natalia Hernández Esteban es Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta Humanista Integrativa, con veinte años de experiencia trabajando en consulta y en diferentes entidades destinadas a atención a la infancia, la adolescencia y las familias.

Soy una apasionada y estudiosa de las relaciones que se establecen entre el cuerpo y la mente, desde el lenguaje más físico y sintomático hasta sus expresiones más sutiles y energéticas. Me he formado en Técnicas de Neuroprocesamiento de la Información, BRAINSPOTTING y Teoría POLIVAGAL; psicopatología, psicodiagnóstico y psicoterapia infantil Gestáltica; Psicología Transpersonal. Análisis Transaccional, Trauma y Psicosomática, Sintergética y Yogaterapia.

Comencé mi trayectoria profesional como educadora y mediadora de menores en riesgo social en la Comunidad de Madrid. Fundé y dirigí ANAHATA, centro de Yoga y Terapias. Soy profesora de Yoga y Meditación desde hace 20 años, y he trabajado en Adopción Internacional en el ámbito público y privado, realizando acompañamiento a familias en proceso de adopción, así como el seguimiento de menores adoptados.

Soy co-creadora EL HILO DE LAS EMOCIONES, un proyecto integral de educación emocional en torno a la música, el movimiento, la expresión plástica y la narración oral. “Consideramos que las emociones son parte de nuestro mapa de la vida, son un mensaje en sí mismas, una guía para la vida”.

A día de hoy, sigo aprendiendo y cultivando la curiosidad para descubrir, en cada presente, la magia de la vida y el potencial de cada paciente.  Mi gran máster en la vida es mi familia: mi compañero y nuestros hijos, Mariana y Mateo, de diez y siete años, respectivamente. Con ellos me actualizo cada día, recordando quién soy y qué quiero.